Bien, ahora que ya sabes dónde encontrar tus músculos pélvicos, el siguiente paso es
practicar, flexionándolos.
Para
hacer correctamente tu primer ejercicio Kegel, busca un lugar que sea cómodo
para ti y siéntate con las piernas separadas, pon tus manos sobre las rodillas
y luego inclina la parte superior de tu cuerpo un poco hacia adelante,
procurando mantener la espalda recta (esta posición es la ideal para sentir
como trabaja el MP).
Ahora contrae tu Músculo Pubocoxígeo con fuerza, idealmente
lo más fuerte que puedas, pero procura no dañarte ni sentir dolor. Intenta
mantener la contracción durante algunos segundos entre 10 - 15 segundos está
muy bien, y luego relaja tu MP.
Sin
duda, este es el ejercicio kegel más sencillo y fácil y puedes volver a hacerlo
entre 10 y 15 veces, de 4 a 6 veces por
día.
También
puedes usar variaciones del ejercicio, contrae y suelta el musculo rápidamente,
varias veces en sucesión o lentamente, como lo prefieras.
Lo
que debes saber es que estos músculos bien entrenados, además de permitirte
durar más tiempo en la relación sexual, se vuelven una bomba contra la eyaculación
precoz, y aumentan el flujo sanguíneo en
esa zona.
Como
bien sabemos el reflejo de la erección se produce precisamente debido a la congestión
de los vasos sanguíneos del pene.
Ahora,
estudios han demostrado que un piso pélvico con músculos débiles conducen rápidamente
tanto a la incontinencia urinaria como a una disfunción eréctil. Con el fortalecimiento del Músculo Pubocoxígeo
ambos padecimientos mejoran significativamente.
Como
nota, así como ejercitas el resto de tu
cuerpo para tener más salud y vitalidad, y así disfrutar de todos sus
beneficios. Practicar los Ejercicios Kegel diariamente no solo te traerá
beneficios para ti si no que tu pareja también te lo agradecerá, así que toma nota,
y ponte a practicar.
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